Sé otro

Concepción – Chile
Noviembre 10 de 2003
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Sé otro
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Oración
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Mi amado angel de Luz
Mi amada y gloriosa presencia que me ama y honra con su atención.
Yo ante vosotros me presento y pido sabiduría para el presente.
Preciso comprensión en la acción y también aceptación, que en mi soledad humana no logro tocar.
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El Maestro
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Ante vosotros estoy siempre mi amado, siempre estoy en vosotros y en vuestros asuntos voy. Aunque lo que percibís os desconcierta y no ves la actividad iluminadora, que se está obrando para vosotros.
Actividad que ha sido preparada para vuestro reconocimiento.
Vosotros necesitáis ser reconocido por vuestros hermanos, los que ven en vosotros la Luz radiante de la verdad expresada a través de vosotros.
Mi amado no comprende lo que ocurre en vuestro plano de actividad y no comprende, como pudo ocurrir que estéis en aquel lugar.
Intentáis responder como permitiste dejaros en una posición desventajosa, a vuestro parecer.
El hijo se lamenta de no comprender e intenta caminar, aunque no comprenda sus pasos.
Su mirada se ensombrece, mas mi amado, alegría debéis tener. Mucha alegría, pues se os ha colmado con el don del amor al prójimo y vosotros os sentís en plenitud, con vuestros hermanos que os reconocen.
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Vosotros estáis en un aprendizaje intenso.
Hijo se os anunció el camino de discípulo mayor y dolor hay en el ajuste que se está realizando.
Vosotros, vuestro mundo personal lo hace más difícil con su oposición, con sus apegos, con sus miedos.
Vuestro trabajo a comenzado y en paz debéis estar para hallar la fuerza, que espera en vosotros le permitáis salir la manifestación externa.
Vosotros sabéis el gran ser de Luz que sois y os permitís ocultaros en vuestros antiguos miedos a volar, a ser Luz en la Luz.
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Se os asiste siempre.
En acción debéis estar.
Acción, movimiento, debéis moveros.
Vosotros podéis ver, ver, ver y ver.
¿Queréis veros otros?
¡Entonces, sé otro hijo!
Usa el poder que se os concedió e invoca la Luz, que te permitirá cambiar los aconteceres, es un regalo de la vida.
Permítete ser lo que pretendéis ser.
Vosotros sabéis lo que necesitáis y pide, pide, pide hijo lo que necesitéis.
¡Pide por ti hijo!
¡Pide, debéis pedir!
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Sois vosotros quien os limitáis, las puertas están frente a ti, mas vosotros, lo sabéis, lo sabéis, debéis abrirlas.
Vuestra atención sostenida en vuestra verdad, vosotros ya la conocéis.
Ejercitaros hijo, esforzaros, vuestro camino es luminoso.
Mucho amor podéis dar si os dejáis en paz y:
¡Pedid, pedid, pedid!
Que soy yo quien en vosotros vive y lo ordena.
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Gracias Maestro
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